Amor de CDU

De sobras es conocido que debajo de la gélida apariencia de la bibliotecaria se esconde un temperamento y una pasión por descubrir. Hay que rascar, estamos de acuerdo, pero debajo de todas esas capas de indiferencia, se oculta un ser misterioso, capaz de descolocar al más prudente con tan sólo un arqueo de ceja. A muchos esa apatía les provoca dosis extra de fetichismo, así que la bibliotecaria centra buena parte de sus fantasías. Pero no sólo la sexy bibliotecaria tiene derecho a vivir, no... Las hay que tenemos un espíritu algo diferente...



Por supuesto, la bibliotecaria macarra debe llevar algún tatuaje. Pero no nos sirve cualquiera, y tampoco nos vamos a tatuar una bibliotecaria con moño y gafas: el resultado sería muy arriesgado y aparatoso según la pericia del tatuador. ¿Qué os parece si nos tatuamos Amor de CDU? A ver si esto nos da alguna idea... ¿Alguien se anima?











 

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