San Herodes...

Los niños son graciosos cuando estás con ellos cinco minutos. Después de dos horas son insoportables, y al cabo de cinco horas, insufribles. Un bibliotecario en la sala infantil tiene que tener los nervios de acero y un aguante que haría de Job un impaciente. Los progenitores de cachorros humanos son conscientes de ese hecho, y se aprovechan. No es raro que los abandonen ahí como si la biblioteca fuera una guardería gratis o como si los críos fueran un saco de patatas del que deshacerse, y para muestra un botón. Duro, pero cierto.
Claro que si los progenitores tienen la cara dura, nosotros más.




Por si a alguien la lengua de Shakespeare no es su fuerte, el letrero viene a decir que los niños dejados desatendidos [en la biblioteca] serán echados a cuenta y riesgo de los tutores.

Amén.

[Dedicado a Grine :p]

 

Twitter

About