Diario de un apuntófago

Se pasa el día delante nuestro. Pasea libremente por nuestras narices sus bolis de colorines y sus post-its pringosos de tinta. Sus apuntes ocupan nuestras mesas. Les importa un rábano estar quitando el sitio a alguien que podría necesitar consultar los libros, pudiendo estar él en cualquier habitación bien iluminada, sin más. Por él, el metro cuadrado de la biblioteca vale su precio en oro. Son los apuntófagos, especie en auge que egoístamente puebla y campa en nuestras bibliotecas. Parece ser que son una subespecie de la raza humana y que, al igual que la rama humana principal, es capaz de tener algún tipo de sentimiento.

Pablo es un apuntófago.

Pablo ha escrito su diario de un apuntófago, aunque él prefiera autodenominarse "diario de un estudiante de biblioteca". Da igual como se quieran llamar, siguen siendo una subespecie de la que librarse.

El texto del diario aquí.


[Gracias a Roser por el enlace]

[Les recordamos que hoy viernes 22 de febrero es el último día para votar la primera ronda del Concurso de Eslóganes.]

 

Twitter

About