Mobbing de usuarios - Lección III: Recursos tecnológicos para librarse de usuarios superhormonados

Los días se alargan, el solecito (cuando no llueve) calienta con más fuerza, las plantas florecen por doquier y los animales, siguiendo sus instintos, se aparean en busca de perpetuar su especie... ¡¡¡Es la primavera!!!

Como no podía ser de otra manera, los adolescentes, ya revoltosos de por sí, se dejan llevar por un hipertrofiado e imparable flujo hormonal. Ésto, en el ámbito bibliotecario, se traduce en un incremento de las miraditas, las risas tontas y los comentarios en un tono más menos alto (por no hablar del incesante pitar de los móviles al entrarles cada dos por tres un nuevo SMS). Nada puede hacerse: es la naturaleza... ¿Nada?

Desde Frikitecaris, siempre atentos a los avances tecnológicos, nos ha llegado esta información publicada en La Vanguardia. En el citado artículo se nos habla de un aparato cuya utilidad consiste en que emite un ultrasonido que sólo afecta a los menores de 25 años. Dicho ultrasonido resulta altamente molesto para ellos por lo que se ven en la obligación de alejarse al menos unos 20 metros.

En el artículo sólo explora los usos de este aparato como medida preventiva (y harto polémica) frente al botellón u otros tipos de reuniones outdoor, pero a estas alturas, seguro que a ninguno de ustedes, avispados lectores, se les ha escapado las tremendas posibilidades de este aparato de cara a liberarnos de molestos adolescentes superhormonados. Atrás quedarían esas tardes de hacer callar una y otra vez a jóvenes de poco pelo.

Por otro lado, como el abanico de edad abarca hasta los 25 años, también nos puede valer para alejar a buena parte de los apuntófagos que llenan nuestros asientos.

En fin, un gran invento. El único problema que le veo es que dicho sistema no podrá utilizarse en bibliotecas donde haya bibliotecarios menores de 25 años... Claro que siempre podemos esperar a activarlo a la hora que se vayan a hacer el cafetito.

 

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