In vino veritas

Cuando uno es pequeñín se imagina qué será de mayor. Famoso, vividor del cuento, pelagaitas o probador de colchones son algún ejemplo de mis preferencias infantiles. Sin embargo, la cruda realidad te tira atrás y tus padres te obligan a escoger una carrera con la que ganarte el pan de cada día, a ser posible -piensas- sin sudar mucho en el intento. Así que escoges una a boleo, la que más rabia te da o con el nombre más exótico de todas: Biblioteconomía y Documentación. Con esa elección, tienes fiesta asegurada cada vez que abres la boca para explicar que que quieres dedicar el resto de tu existencia a aplastar cenutriousuarios con las AACR2. Luego acabas la carrera y te enfrentas a la difícil elección del tipo de biblioteca en la que te gusta pasar tus aireacondicionados veranos. Infantil, si tienes paciencia infinita. Pública, si eres un sufridor nato. Especializada y privada, si te va el morbo y tienes aguante. Monvínic, si eres un Frikitecari: "Monvínic es un espacio pionero que combina una bodega con 4.000 vinos distintos, donde están representadas todas las regiones vinícolas del planeta, con un wine-bar, un restaurante, una sala de catas y conferencias, y una biblioteca que alberga una completa selección de libros, revistas, guías y catálogos de subastas con el vino como eje vertebrador".
Ya estoy actualizando mi curriculum...

 

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