Una nueva estrella en el frikitefirmamento

Lo único comparable a una bibliotecaria es una estrella en el firmamento, sola e inalcanzable pero brillante en su plenitud. Pero hasta las estrellas, de vez en cuando, miran a su alrededor y otean el horizonte en búsqueda de otra estrella igual de meritoria que ella. Y es difícil, muy difícil, ser la pareja de una bibliotecaria. No lo digo por los celos que puedan provocar el ver a su amada asedidada por fans, sino porque estar a la altura es complicado; ya se sabe, están muy arriba...Cuando se dan todas las circunstancias, y el afortunado es, además, bibliotecario, se provoca un acontecimiento único, algo así como la explosión de una supernova, algo bello y explosivo. Frikitecaris, como no podía ser menos, ha buscado sin descanso esa conjunción, y la ha hallado. Tenemos la fortuna de presentarles como perpretador a GeekTeca, bibliotecario, pareja de bibliotecaria, y además Geek*. No me dirán ustedes que no es algo insólito. Les dejo con su autobiografía, para que conozcan de primera mano cómo nace y se hace un ser de tales características. Bienvenido, GeekTeca :)

*Y a partir de ahora, si algo técnico del blog no funciona o quieren hacernos alguna sugerencia, ya saben quién se ocupa de ello...

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Era una radiante y calurosa tarde de agosto cuando mis padres pudieron escuchar mis primeros berridos. Mi pobre padre al verme no sabía muy bien a quién tenía delante, si a su hijo o al de un alien, pues el parto se complicó y los fórceps me dejaron este melón que tengo por cabeza de la misma forma que la de un bebé alien.

Esa alteración debió de facilitar mis progresos en lectura y escritura, pues con sólo cuatro años mis padres cuentan que sabía leer y escribir perfectamente. También dicen otras cosas que no pienso reproducir en estas líneas, pero al parecer también era un poquito cabroncete. Tan sólo una anécdota: con tres años mi madre me sorprendió colgado en el tendedero de la ropa cual Tarzán agarrado a su liana. Menos mal que vivíamos en un segundo piso.

La culpa de mi pasión por las bibliotecas la tiene el libro de Gabriel García Márquez Relato de un Náufrago [...]. No es que me encante especialmente, tuve que ir a buscarlo a una biblioteca y allí encontré un lugar fascinante con una bibliotecaria que te ayudaba a buscar todo lo que necesitabas, y de la que me gustaba ese acento chileno, sobre todo cuando me decía "¡ay mijito, qué cosas lees!".

De ahí pasamos a un módulo 3 de Biblioteconomía, con tan buena suerte que me dieron una beca Leonardo para hacer prácticas en una biblioteca universitaria de Gales. Aprendí mucho sobre el formato Marc, el préstamo interbibliotecario, incluso hice mis primeros pinitos como creador de contenidos web, estoy hablando de hace ya doce años... La dichosa y jodida carrera, donde conocí a mi santa...

Y entonces llegaron las becas, las prácticas, los contratos basura, las oposiciones... Hasta que un día sonaron las campanas y aprobamos, mi santa y yo, las dos únicas plazas de la convocatoria para trabajar como funcionarios en una biblioteca pública. Y desde entonces este "funcionario de mierda" (mote que me han puesto mis amigos) trabaja de sol a sol intentando poner en marcha la dichosa biblioteca junto con su santa.

 

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