Sex-libris

Los bibliotecarios y la bibliotecarias somos personas serias, de orden, como venimos manifestando en este blog desde el principio de los tiempos. Nos gusta que cada cosa esté en su lugar, convenientemente descrita y clasificada mediante códigos arcanos y, sobre todo, que esté bien identificada. Es por eso que como armas habituales en nuestro quehacer diario dispongamos de la más variada gama de sellos de goma: el de la biblioteca, el de excluído de préstamo, el de préstamo restringido, el de desafectado, el de la fecha (porque hay quién incluso pone en el libro la fecha de entrada), y cuántos podáis imaginar. En ese mundo de orden y concierto los bibliotecarios y las bibliotecarias nos movemos como peces en el agua.

Pero el demonio todo lo ve y todo lo envidia, y quiso crear un sujeto o una sujeta para torturar al pobre bibliotecario y a la pobre bibliotecaria: el lector, esa subespecie de cenutrio que puebla nuestras bibliotecas y ama e idolatra a los libros con una pasión fuera de medida, con un amor obsesivo que raya en la obscenidad. Lo creó, el demonio, al lector, con muchos de las manías, esto, características, de los bibliotecarios y de las bibliotecarias: el orden (aunque a cualquier cosa le llaman orden) y el afán de posesión. Ese afán desmedido por presumir de poseer libros, llevó al lector a la invención de un símil, una vaga imitación del ilustre sello de la biblioteca: el ex-libris.

Sí, el ex-libris, esa etiquetita ilustrada y habitualmente acompañada de un lema en latín (pero, queridos lectores y queridas lectoras, si no sabéis latín!) que se... que se... (ánimo, querido bibliotecario bloguero, dilo aunque te duela en el alma) que se pega en la parte posterior de la tapa del libro. Pero el lector y la lectora no pudieron evitar que su abyecto y demoníaco origen se reflejara en el ex-libris. Y fue así como ensuciaron los libros con espantosas escenas de ayuntamientos carnales varios, como los que encontró Don Quijote de Bolonia y quiso compartir con nosostros, para escándalo de mentes pudientes y aviso de los peligros de la lectura.

Porque nosotros nunca lo haríamos. Como no hablaríamos de sexo en este blog, ni pondríamos imágenes de hombres y mujeres desnudos practicando el sexo. Porque este es un blog serio. Bueno, pondremos una y el enlace, pero allá ustedes con su conciencia.


 

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