Blog en apuros

Se va acercando el verano, el calor, los mosquitos -en Mallorca son plaga, hasta el punto de plantearse cerrar el aeropuerto durante unas horas-, llega el anuncio de Estrella, el buen humor -por mucho que el gobierno se empeñe en encabronarnos-, las paellas y el temido amodorramiento. Es un proceso ineluctible, no puedo uno resistirse.

No es que vayas atontado por la vida, al menos no más que de costumbre, es más bien un estado general de apatía. Que el blog se queda sin nada que publicar, pues alguien publicará, seguro porque somos muchos. El problema sobreviene cuando todo el mundo piensa lo mismo y los posts no se crean por sí mismos. En este sentido Google tiene que seguir mejorando. Sabemos que llegará, pero de momento...

Por eso, como no tenía nada que decir, me limito a lo banal, que últimamente se estila entre documentalistas y bibliotecarios/as (perdonen que utilice una terminología vetusta). Para ellos va el artículo, para los banales, por demostrar que lo tracendental no es inherente a la profesión y que fuera de la biblioteca también hay vida, ¡desorganizada incluso!

PS: Ruego me perdonen el haber omitido el atributo title en los enlaces, no me parecía adecuado para la ocasión. Es como ir a una boda vestido con tejanos, algo que una persona correcta nunca haría... :-D

 

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