Kit para bebetecarios

Por raro que parezca, no recuerdo qué quería ser de pequeña. O no me preocupaba mucho el tema, o sencillamente para mí el futuro consistía en pensar en la comida o el potito de más tarde. Así que tampoco recuerdo en qué momento me cambió el chip y decidí meterme en eso tan exótico llamado Biblioteconomía y que a todas luces consistía en quitar el polvo a los libros. Porque la única vez que he visto una opinión unánime en todos mis allegados ha sido para decir que si eso de quitar el polvo a los libros de veras había que estudiarlo.
Pero los tiempos cambian, y los frikitecaris tenemos muchas más armas en nuestro poder. La Dominación Mundial Frikitecaria está a la vuelta y para ello, tenemos que empezar por los más tiernos infantes. Se acabó eso de dejar Barbies a las criaturas, ¡fuera los scalextric! A partir de ahora y en adelante, a la progenie humana le daremos el kit de bebetecario para que se entretengan. Y ya de paso, que se formen, y con un poco de suerte, nos salgan unos futuros bibliotecarios que curren ellos por nosotros, que ya estamos un poco cansados. O, si no es el caso, acabar con el cenutriousuario, aunque sea sólo un poco (recuerden: tiene que quedar alguno para que sea nuestro esclavo).

Fíjense bien en el kit.




Kids can practice the important skills of organizing, sharing, borrowing, and returning. Book pockets, check out cards, library cards, and bookmarks are just like the ones from the real library. Little Librarians will issue overdue notices and awards. Favorite books can be stored in the reading journal and shared with friends.

Los bebetecarios pueden ellos solitos con sus manitas organizar, compartir, prestar y devolver los documentos [léase: ¡por fin podremos dedicarnos a las tareas importantes: tomar el vermut, el chocolatito con churros de la merienda; arreglarnos el moño cada cuarto de hora o pintarnos las uñas...]. Libros de bolsillo, tarjetas de préstamo, tarjetas de biblioteca "como los de verdad" [¡mierda! ¿cómo puede ser que no les enseñen el Millenium? Si los niños ya vienen hoy en día con un e-book debajo del brazo; en dos días seguro que podrían controlar todo el catálogo en línea. Señores del kit...estamos un poco desfasados, ¿no?]. Los bebetecarios podrán notificar retrasos en la devolución de los préstamos. Ya puestos, incluso podrán guardar sus libros favoritos en la revista de lectura y compartirla con sus amigüitos.

Sólo se me ocurre decir una cosa: MUAJAUAJAJAUAJAUAJUA...

[Gracias a Ro por en enlace]

 

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