La palabra mágica

Sí, no existiríamos sin ellos, no podemos vivir sin ellos y las más de las veces desearíamos que ardieran en el infierno por lo que nos hacen de sufrir. Pero de vez en cuando, muy de vez en cuando, tienen una salida que nos deja con una sonrisa bobalicona en la boca: bien lo han sabido ilustrar Gene Ambaum y Bill Barnes en su Unshelved del 20 de octubre de 2010.


Claro que también podría ser que ese mentecato respondón le estuviera vacilando a la bibliotecaria, por lo que se ganaría la ira desatada y feroz del gremio. Y no hay nada más peligroso que un bibliotecario cabreado...

 

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