Macrobibliofilia

Para que después las malas lenguas digan que yo digo que los norteamericanos dicen...
Al menos hay que reconocer que de vez en cuando tienen sus puntos de originalidad. Sin ir más lejos, en la bilioteca pública de Kansas contrataron a un arquitecto la mar de salado (más salado que el coño de la sirenita, que se dice en mi tierra), quien tuvo la siguiente idea:





¡Una biblioteca en forma de libros! Si es que la idea era tan obvia que caía por su propio peso. Pero, claro, alguien capaz de pedir/aceptar/parir un proyecto como este no se iba a rajar a estas alturas de la comedia, así que cumple con creces las expectativas del público. No sólo por el impacto visual, sino porque también organizan un cineforum diario, talleres de poesía para niños (¿por qué a nadie más se le pasa por la cabeza que los niños son los únicos sin prejuicios sobre la poesía?) e incluso juegos nocturnos para cenus adolescentes (digo yo que eso variará en función de la maldad del bibliotecario... un mal golpe en la oscuridad, sin testigos, y adiós cenu). Eso sí, cuidadito que aquí veo mucha deformación profesional y sé de más de uno y de una es capaz de ir a catalogar los macrolibros.
Si alguien quiere ver más bibliotecas "raritas" puede echarle un ojo al ranking de bibliotecas bizarras.

PD. Feliz día de Andalucía

 

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