Sabemos que Teruel existe pero, a los bibliotecarios de profesión, nos llama mucho la atención un municipio de su provincia. Este pueblo, sin llegar a los dos centenares de habitantes, goza de un paisaje privilegiado al estar situado entre las vertientes rocosas generadas por el río Turia. Pero lo que más nos atrae es su evocador nombre:
LIBROS. ¿A quién no le gustaría ser un
libreño de pura cepa? El pueblo cuenta además con las llamadas "minas de Libros" pues, lindando ya con el Rincón de Ademuz, se hallan los
restos de un poblado minero dedicado a la extracción de azufre.
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Libreños de Libros |
Y desde Libros bajamos hasta LIBREROS, muy cerca del pueblo blanco de Vejer de la Frontera (Cádiz).
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Bienhallados |
También tenemos coninuo testimonio de
calles de Libreros o Librería, así denominadas en los callejeros urbanos por albergar gremios y negocios de venta de libros, sirvan de ejemplo la bella e histórica
calle Libreros de Salamanca, que vió instalarse la primera imprenta y librería de la ciudad, siguiendo luego muchos
otros libreros su ejemplo, a fin de dar servicio a su legendaria clientela universitaria. Ya más reciente es la
calle Libreros de Madrid, en donde no descartamos encontrarnos saliendo de su casa a
celebrities con supuesta vocación bibliotecaria, que Dios nos coja confesados.
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Letrero castizo azulejado |
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Pánico a un Mario bibliotecario |