De todos es sabida la mala imagen que arrastra nuestra excelsa profesión. Y, como no, esta mala imagen se arrastra en todos los ámbitos, incluido el cine. No voy a entrar en el llamado género de adultos (donde la figura de la bibliotecaria aparece con frecuencia). Pero en el llamado cine para todos los públicos, hartos estamos de ver los mismos personajes esteriotipados: cuando no se trata de cincuentonas gruñonas o apocadas, encontramos a seres asociales, sectarios o raritos. Y si no, la biblioteca pasa a ser el lugar de complots, secretos ocultos o asesinatos más variados (que nada tiene que ver con las más que justificadas patadas voladoras ni los hachazos correctivos)
Si no, recuerden al personaje de Donna Reed en "It's A Wonderful Life"
Si no, recuerden al personaje de Donna Reed en "It's A Wonderful Life"
O la sufrida Alice en Ghostbusters
Cierto que ha habido alguna excepción, como nuestro queridísimo e intrépido doctor Noah Wyle, bibliotecario- arqueólogo-aventurero...
O la adorable Rachel Weisz
Memorable su confesión profesional en plena borrachera en “La Momia”...
Pero son escasas excepciones.
Esto no puede quedar así. En Hollywood ya han tomado medidas al respecto.
Pero son escasas excepciones.
Esto no puede quedar así. En Hollywood ya han tomado medidas al respecto.
A ver si seguimos su ejemplo de denuncia y reivindicación de la profesión