Leo en Periodistas 21 que las editoriales vuelven a presionar porque se cobre un canon por el prestamo de libros en bibliotecas, haciendolo de pago. Lo cual es algo que va en contra de la misma esencia de la biblioteca pública, que es ofrecer el acceso a la cultura a aquellos que no pueden permitirselo.
Está muy claro que las bibliotecas públicas no van a dejar de ser gratuitas, porque dejarían de tener sentido. Sólo puedo hablar con conocimiento de causa sobre Barcelona, pero la tendencia es precisamente la contraria: aumentar la cantidad de servicios gratuitos, y su calidad.
Eso sí, los presupuestos de las bibliotecas van a ser los mismos, o incluso menores en la coyuntura actual, con lo que un dinero que se iba a destinar a comprar libros nuevos se va a destinar a mantener los que ya se tienen, con lo que el volumen de compra va a disminuir, y eso, a la larga, va a hacer que les salga el tiro por la culata a las editoriales.
Si a esto sumamos los errores que se están cometiendo a la hora de afrontar la llegada del ebook y la diarrea de novedades que llega cada día a las librerías para volver al almacén en unos días porque no hay sitio para ellas.... catacroker.