Como a cualquier bibliotecario que se precie, el carrito me parece un elemento fascinante. Igual te sirve para llevar libros que para tener la barra libre de ginebras (o guardar los pinchitos del vermut) como para atropellar con él a un usuario. Todo son ventajas. Son tantas y tantas las utilidades que seguro que entre todos nos sale una lista muy larga (pueden ayudarnos a hacerla, si quieren). Sin embargo, de entra todas las utilidades no se me había ocurrido una, que además es la más obvia. Véanlo y luego intercambiamos impresiones:
O_O
(Esa es la cara que se me queda siempre que le doy al play, ¿qué tal les ha ido ustedes? Recojan la mandíbula, que veo que se les ha caído al suelo)
[Gracias a Iris por el enlace]