Hoy es 23 de abril, y se celebra el Día del Libro. En Cataluña, la fiesta coincide con la festividad de Sant Jordi y, como muchos de ustedes saben por experiencia propia, es una de las conmemoraciones más entrañables que se pueden vivir. Ya saben, las chicas regalan un libro a los chicos, y estos les regalan una rosa a ellas. Lo cual, cifras en mano, es una soberana gilipollez, ya que el público lector es eminentemente femenino.
Incongruencias aparte, lo cierto es que los libros y las rosas aparecen por doquier. Si pasean por Barcelona durante el día de hoy, que sepan que no van a poder dar ni un paso por la Rambla y la Rambla de Catalunya. No obstante, el espíritu "librero" de esta fecha no es privativo de librerías y bibliotecas. También lo vemos en pastelerías. No es raro ver pastelerías y obradores, algunos de ellos con mucha solera, que preparan tartas y pasteles con forma de libros. Aquí hay un ejemplo que hemos visto en la pastelería Vives, de la calle de Sants.
Luego no nos dirán que no devoraron ningún libro en Sant Jordi, ni que la lectura puede ser una experiencia enriquecedora y nutritiva.