Los bibliotecarios cierran la biblioteca a mediodía y se van al bar de al lado a tomarse su menú del día. Mientras tanto, Ricitos de Oro, una joven cenutriousuaria, se cuela en la biblioteca; como estudió por la LOGSE, es incapaz de interpretar correctamente el cartel de "Cerrado. Volvemos en un momento".
Una vez en la biblioteca, ve tres ordenadores encendidos. Trastea en los tres: el de la directora de la biblioteca (y se carga el programa de gestión de nóminas), el de la bibliotecaria (y manda a tomar viento el programa de pedidos) y el de la becaria en prácticas (que, como tiene abiertos Blogger y Facebook, le mola, y se dedica a postear en Frikitecaris con la sesión de usuario de la becaria).
Hecho esto, se retira al despacho de los bibliotecarios, y se arrepanchinga en los respectivos sofás hasta que encuentra uno de su gusto, el de la becaria, porque es el más pequeñito de los tres y, por tanto, le resulta más ergonómico.
La cenutriousuaria se queda frita.
En ese momento entran los tres bibliotecarios.
La directora exclama: "¡Alguien ha tocado mi programa de nóminas!".
La bibliotecaria grita: "¡Alguien ha borrado los pedidos del último mes!".
La becaria no puede confesar abiertamente que alguien ha utilizado su sesión de usuario de Blogger para montar un flame en Frikitecaris y que quince contactos de Facebook la han eliminado como amiga después de mandarle privados cabreadísimos por algo que no ha hecho, de modo que exclama "¡Alguien ha borrado los quince últimos registros que había catalogado!"
Entonces entran en el despacho, descubren a Ricitos de Oro, la despiertan a gritos y le arquean la ceja. Ricitos de Oro, atemorizada por los tres arqueos de ceja, huye despavorida de la biblioteca y se promete a sí misma que, en lo sucesivo, será una usuaria maja-maja.
[por Juanma]