Si ya lo decían los Rollings, hay que tatuarse, pero no cualquier cosa, claro.
Ahora la duda es qué tatuarse, que no es plan de elegir lo primero que se nos pase por nuestras mentes calenturientas ¿Qué tal algo con clase que sirva para mostrarle al mundo nuestro orgullo frikitecario? ¿O un eficaz mecanismo de advertencia para acojonar a los cenus recalcitrantes? ¿Algo sexy para sorprender a nuestra pareja?
Nuestra camarada la gringa nos propone varios modelitos, que no hay que olvidar que a bloguito le prometimos un tatuaje cuando alcanzara su mayoría de edad y habrá que ir echándole un ojo al catálogo para que luego no nos llame carrozas y démodés; así que no hay excusas, además, hay un surtido bastante amplio que van desde los románticos corazoncitos a las calaveras más macarras:
A mí personalmente me ha conquistado ese tan shakespeariano, "Aghs, poor Yorick" pero es cuestión de gustos.
Pero eso sí, no me digan ustedes que no impone la rubia. Con esos bíceps es capaz de levantar cincuenta libros marrones de Economía y luego darte dos hostias que te desarma como si fueras un kinder sin despeinarse ni nada. (nota: no lleva el moño reglamentario, pero a ver quién es el valiente que se lo dice)
PD. Está interesante el blog de mi prima la de Kansas (o mi ar-prima la de ar-kansas: festival del humor) Es cuestión de ir bicheando de cuando en cuando y ver cómo es la vida de las frikitecaris yankis, que aunque no lo parezcan tienen bibliotecas y todo. Incluso, a veces he han dicho que hasta entra gente y lee. Para que luego vayamos echando pestes de los pobres garrulos de América la de arriba...