Por favor, liberad vuestra mente. Por un segundo, olvidaos de la Dewey, de la CDU o de la LCC. Dejad la mente en blanco. Venga, vosotros podéis.
Ahora pensad en cómo ordenaría la biblioteca un lector apasionado y práctico. Como nosotros los bibliotecarios, efectivamente, pero sin nuestro glamour.
Por colores, ¡bingo!
Sin embargo, incluso los colores pueden tener su utilidad y cierto sentido lógico.
Personalmente, me han robado el alma las secciones "Sólo para fardar" y sobre todo el "Ojalá no lo hubiera leído".
A veces ser un cenu tiene sus ventajas. Pocas, pero si rascas lo suficiente, las encuentras.
(Gracias, Juanma)