(...) es, también, inalámbrico, tiene una considerable autonomía, no suele colgarse aunque sea de naturaleza testarudo y pueda negarse a seguir avanzando, carga y descarga una cantidad nada desdeñable de ficheros (80 libros) y, aunque no facilite llamadas nacionales y provinciales gratuitas, no está administrado ni gestionado por multinacional telefónica alguna, cosa nada desdeñable (tampoco hay que soportar el servicio de atención telefónica).
Hablamos de Alfa y Beto, biblioburros de profesión:
