Hoy es el último día del año. Inmersos como estamos en EREs, en fallidas bancarias, concursos de acreedores e hipotecas astronómicas en algo parecido al fin del mundo, es el momento de tirar nuestro viejo calendario y sustituirlo por uno nuevo. A ser posible, que nos alegre el día a día y nos haga olvidar la gris realidad.
Y qué mejor que comenzar cada día con este calendario, ¡de bibliotecarios! (de Montana, pero menos da una piedra...)
¡¡Feliz 2009!!
[Gracias a Robert por las fotos]