Todos hemos experimentado la vergüenza ajena cuando un cenutrousuario se daba al porno y al manubrio con todo descaro en nuestra biblioteca. Ahora que la experimenten ellos. Que se mueran de la vergüenza, que miren a todos lados incapaces de entender qué pasa, que se disculpen atontados a los que están sentados a su lado.
Su cara es un poema, entre la estupefacción y el tierra trágame...qué rapidez en ocultar su cara, hundirse en su silla, desaparecer de la faz de la tierra. Y el toque de quitar hasta la batería me ha llegado al alma.
[Gracias a Support Distant por el enlace]