Su búsqueda comenzó no tanto como una necesidad, sino como un desafío. Una generación entera de frikitecarios se perdió en lo que parecieron infructuosas pesquisas. Muchos murieron; a algunos les sobrevino la muerte en su vejez, después de toda una vida recorriendo infinitud de analequeles, otros perecieron a manos de las hordas de cenutriousuarios que dificultaron su cruzada, otros sencillamente abandonaron para volver con los suyos, cubiertos de vergüenza ante su fracaso. Durante largos años se abandonó toda esperanza de dar con el Grial hasta que, finalmente, el más valiente de todos ellos, el que nunca perdió la esperanza, dió con él: Era grande y marrón... Trataba de economía.