Las vicisitudes de una Superheroína de cómic son variopintas, y a menudo se ve en la obligación de hacerse pasar por una persona normal para atrapar el villano. Claro que una bibliotecaria no es una persona normal, sino el súmmum de la perfección y del sex-appeal, así que si la superheroína tiene que disfrazarse de bibliotecaria, el resultado será, lógicamente, este:
Niños, por favor, recoged la baba (y/o otros fluidos). El cómic es Empowered, de Adan Waren, y la protagonista va perdiendo sus poderes conforme se va rompiendo su traje, frágil como su autostima. Aunque claro, sobra decir que cuando se disfrazó de bibliotecaria su autostima subió 15 puntos.
[Gracias a Arturo por la viñeta]