Que se vayan al infierno los lectores compulsivos, aquellos que nos hacen trabajar, que nos hacen estar al día de las novedades de todo tipo, que no nos dejan un minuto de descanso. Vosotros, queridos míos, vais derechitos al infierno. Estáis condenados.
Lo mejor de todo es que se condenan ellos solitos...
[Gracias a Mentxu por la viñeta]