Una maravillosa iniciativa, bajo mi poco objectivo punto de vista, es la de llevar canes a la biblioteca para ayudar a los niños/as en su aprendizaje lector.
Pero no es maravillosa por el hecho en sí, ni mucho menos, sino por el potencial que presenta. Yo quiero un perro a mi vera en la biblioteca y ya me encargaré de enseñarlo, como el del anuncio de la tortuga (espero no haberme equivocado de bicho, que uno es disperso a más no poder).
Lo primero será enseñarle unas nociones de CDU, lo segundo a enganchar los tejuelos y por último a atacar a los usuarios indeseables, de ésos que te piden recomendaciones de libros como si fueras el que escribe el círculo de lectores.
Evidentemente no podría tratarse de labradores ni Golden Retrievers, tendrían que ser Dogos, Pitbulls o Rottweilers, más que nada para dejar claras nuestras intenciones. Además, su boca podría ser el buzón de sugerencias. Si tienes algo que decir introduce tu mano en su boca, no te preocupes, si no te engancha el brazo no hace daño...
Y ya que estamos hablando de animales, aprovecho la coyuntura para darles a conocer una iniciativa...