Ser madre y bibliotecaria

Entre el tiempo que media la actualización de Frikitecaris y el café del mediodía, he repasado la prensa. Las noticias son las habituales, menos una. Una que me ha tocado especialmente las narices; una que te recuerda la sociedad machista y mercantilista en la que vivimos; una que me ha hecho agradecer el que haya gente luchadora.
Todos sabemos que el mercado laboral es francamente deplorable, que el ámbito de las bibliotecas no está para tirar cohetes y que al gobierno le interesa más un público consumista de Cambios Radicales que uno usuario de bibliotecas. No nos vamos a engañar.
Ana González se encargaba de la biblioteca-ciberteca de Navajas (Castellón), un pueblo de 700 habitantes. Ana se queda embarazada; sufre un embarazo de riesgo, así que pide la baja para hacer reposo. Siete días más tarde, en marzo del 2005, la despiden. Con un coraje admirable, ha llevado el caso a los tribunales: el TSJ de Valencia y el Juzgado de lo Social de Castellón han dado la razón a la bibliotecaria y declara discriminatorio y nulo el despido. Aún así, el Ayuntamiento hace caso omiso a la Justicia y no la admite, alegando falta de presupuesto, que no se entiende porque dicha ciberteca estaba en parte financiada por el proyecto Disemina de la Generalitat Valenciana y porque un mes antes del despido todo el equipo informático fue renovado.

No es mucho, pero desde aquí quisiera apoyar a Ana y desearle suerte en su lucha.

La noticia, aquí.

 

Twitter

About