Como lector fiel de este blog y visitante asíduo de cualquier biblioteca que se precie sabrás de la belleza del sector femenino de nuestra profesión. Belleza que desata pasiones, como muchas de ellas nos han hecho saber más de una vez.
Supongo que incluso algunos de VOSOTROS/AS habréis tenido vuestras fantasías delante de un libro de química de Bachiller (ahora se llama así) o de un Manual de Estadística aplicada a las Ciencias Sociales. Tranquilos, en el mundo está lleno de viciosos como vosotros/as.
Lo que no es tan habitual es que suceda a la inversa, que el bibliotecario desate pasiones entre las usuarias y desmienta el mito de la no-existencia del Bibliotecario Macizorrus (en este caso paquetorrus). Aquí tenéis la prueba
NOTA: Aunque se agradece el interés, el uso de cualquier chuchería en alguna de nuestras dependencias vale por una colleja. En este caso lo dejamos por un cachete...