Los usuarios sabemos que las Buenas Bibliotecas existen...aunque algunas se parecen más al Templo de Salomón: hay un muro (de reclamaciones) y se escuchan lamentaciones todo el santo dia...
Como usuari@ maj@ maj@ y para mejorar la convivencia con nuestros queridos Frikis, digo, bibliotecari@s, propongo el siguiente código de buena práctica...
-Deberemos devolver los préstamos (de libros, of course) a tiempo ...es decir, cinco minutos antes del cierre. Así, las y los bibliotecari@s podrán hacer ejercicio físico.
-No es necesario que sepamos el título de la obra que queremos. Las y los bibliotecari@s disponen de bases de datos potentes con las que localizarán cualquier libro incluidos el “marron de economía”, el “azul de filosofía del sueco” o el de los “soldados de cerca”...Otro recurso es acudir al carrito, por pura ley de Murphy seguro que hallaremos allí lo que estamos buscando.Si observamos que el/la bibliotecari@ bizquea en ver que nos acercamos al carro, no preocuparse, le habrá entrado en el ojo una mota de pelusa del aire acondicionado...Que no hay aire acondicionado?, bueno, pues podemos acudir al muro o comprar un pai-pai, que no está el presupuesto para bollos...
-La capacidad mimética de las y los Bibliotecari@s es grande...normalmente se camuflan entre las estanterias para evitar hurtos y otros desmanes...Pero si tiene ocho patas, un caparazón, dos antenas y corre que se las pela por el suelo...Respetemos al ser vivo (momento ZEN), No es un bibliotecario fijo (ni el agente Mortadelo de la T.I.A.).
-El silencio es hermoso...sobretodo si se ameniza con alguna melodía popular de honda raigambre como Paquito el chocolatero o Dónde vas Alfonso XII en versión politono, sonotono (apta para todos los sonotones) o monotono...Contribuyamos pues al hilo musical con nuestros móviles...mantener el patrimonio acústico no tiene precio.
-Debemos ayudar a la nutrición de estos pobres muchach@s (dicho con voz de James Stewart). Por tanto, para evitarles tantas idas y venidas a la máquina del café o al exterior, cosas que distraen mucho y no son formativas, hay que darles de comer píldoras (como los astronautas). Lógicamente, la vía de administración la eligirá la/el bibliotecari@...
PD: también podrían inventar los libros en píldoras...al fin y al cabo, existen las píldoras inteligentes..
Aunque, pensándolo mejor, ¿por qué no leer?
