Apatía

La cuesta de enero, lamentablemente, no sólo afecta al aumento de socios en los gimnasios. En esta época, dirigimos nuestra energía a objetivos específicos, calculados, dejando a un lado nuestra cotidianidad. Se rompe la rutina, y de repente, nos volvemos apáticos y parece que todo cuesta el doble. Entonces es cuando decidimos dejar el gimnasio y enfocar mejor nuestros objetivos. Mientras, en ese paréntesis entre enero y febrero, hay que buscar maneras de activar la energía. Curiosamente, el índice de energías de los usuarios es inversamente proporcional al del bibliotecario. Diríase que actúan como esponjas de la energía de su bibliotecario, como si fuéramos sus pilas. Con un poco de suerte, en marzo y ya pasados lo exámenes, nos recuperamos. Hasta entonces, muchos makis y descanso.


 

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