Estamos en junio, que además de calor, lleva implícita la temida semana de exámenes...Los futuros bibliotecarios se enfrentan a duros huesos, como Clasificación e Indización, o Catalogación. Y hacen acto de presencia los nervios, esos nervios que paralizan y bloquean, dejando al pobre estudiante con la cabeza confusa, con una sensación de impotencia, y con una bonita dosis de frustración. Ese cóctel de sentimientos es necesario para llegar a la perfección arqueadora de cejas, y dará lugar a la bibliotecaria dominatrix o al bibliotecario imponente (aunque de este último aún no se hayan dado casos comprobados gráficamente). Pero remontémonos en el tiempo. Hay lecciones básicas que los usuarios deberían aprender, y los bibliotecarios deberían recordar que no siempre fue todo igual y que Google no siempre ha existido, y tener en mente que no siempre el usuario sabe qué quiere o cómo funcionan nuestros servicios...