Escritor, promiscuo y bibliotecario

Dicho así, "escritor, promiscuo y bibliotecario" parece un imposible, sobre todo por las dos últimas cualidades. Pero, bien pensado, ser promiscuo no es necesariamente sinónimo de bellezón. Hagamos la prueba del algodón; veamos su cara:



Ah, pues no. Podemos decir que no es un personaje de nuestra historiografía actual; pero decir que es guapetón, pues no, no podemos. A ver si mirando su perfil izquierdo...




Tampoco. A lo mejor es que su perfil derecho es espectacular...





O el gusto de las féminas ha cambiado sustancialmente en los últimos siglos o yo tengo muy mala vista para estas cosas, pero qué decepcionante. Por un bibliotecario algo interesante que se nos presentaba...Italiano, de vida licenciosa y disoluta, no paró de viajar esparciendo encantos, hasta que por lo visto se asentó un tanto y se hizo bibliotecario. Tenía entendido que normalmente en estos casos de reconversión uno opta por entrar en la vida monacal, pero por lo visto eso de los votos no debía ser de su agrado. Así que acepta ser bibliotecario, e incluso Antonio Colinas ha compuesto un poema sobre tal transcendental evento: Giacomo Casanova aceptando dicho cargo.

Y ya se sabe que el trabajo de un bibliotecario es tranquilo, sin interrupciones y con pocas tareas: almacenar libros deja tiempo libre para nuestras aficiones. Pero Casanova no tenía vocación de bibliotecario, así que no era muy feliz, y se puso a escribir sus memorias, Mi fuga de las prisiones de Venecia donde "narra con intensidad y detalle todas las vicisitudes que lo llevaron a una oscura prisión «gótica», Los Plomos, la pérdida de contacto con la realidad, la resolución de huir, el enorme ingenio empeñado en la empresa, y todos los pormenores de su magistral fuga de una prisión imposible, hazaña que llegó a convertirse en comidilla habitual de las tertulias europeas de la época." Esto sí es un bibliotecario que da que hablar.

[Gracias a Arturo por pasarme la información ;) ]

 

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