Existen estudios sociológicos para todos los gustos y para casi todos los campos del conocimiento. Sin embargo, los bibliotecarios hasta ahora se habían escapado de formar parte de ningún análisis estadístico. Parecía que no importábamos a nadie, pero estábamos muy equivocados. ¡Nuestro uniforme faldillero es el centro de todas las miradas! Y además, nos psicoanalizan según su longitud. Esto es nuevo...Bibliotecarias, fijaos en vuestro humor cada día y según estéis, escoged vuestra falda. Usuarios, fijaos en cómo es la falda de vuestra bibliotecaria, y la llegaréis a conocer...
-Falda cinturón, también conocida como tapachochos. Es incómoda, y muy poco elegante, pero tiene la ventaja de dejar poco a la imaginación: los usuarios no sentirán la necesidad de ver qué hay más allá, y nos dejarán tranquilísimas.
-Minifalda, o falda algo más larga que el tapachochos, es absolutamente cool y sensual. Tampoco es muy cómoda, pero resultará irresistible a los usuarios: si hay alguno que nos interese, minifalda al canto sin pensarlo dos veces.
-Falda por encima de la rodilla, llamada también falda dominatrix. Contornea bien la silueta y con unos tacones de vértigo harán que nuestras caderas se muevan con la cadencia perfecta: elegancia 100%.
-Falda por debajo de la rodilla, en cambio, nos deja entrever una persona inteligente, algo despreocupada en su imagen y que aprecia la comodidad en su vestuario.