En camello hemos de ir...

En una sociedad occidental como la nuestra, la alternativa a la biblioteca es el bibliobus, ese servicio que lleva a las zonas más alejadas (y olvidadas) la cultura y el ocio en forma de libro. Si el usuario no va a la biblioteca, la biblioteca va a él. Sin embargo, no todas las sociedades son iguales, y por ende, los recursos serán diferentes. Pero tenemos que llegar; no por difícil, los bibliotecarios abandonaremos nuestra tarea en los lugares más inhóspitos, recónditos y de casi imposible acceso. ¿Qué hacer en países como Kenia? ¿Cuál sería el método de transporte idóneo en este caso? ¿Cómo organizar allí una biblioteca móvil? El bus, furgoneta, caballo o burro quedan descartados dadas las características del lugar. ¿Qué nos queda? ¡El camello! ¿Y cómo se llamará la biblioteca? Camel Library Service, que, aunque lo parezca, no está subvencionado por ninguna marca de tabaco. Como inconveniente, que no puede transportar cantidades ingentes de libros y que a veces se pone enfermo, pero a su favor su constancia y eficacia. Algunas fotos de un día en la biblioteca del camello:






Por si fuera poco, Masha Hamilton ha escrito un libro dedicado a este servicio: Camel Bookmobile, que casi sería de obligada lectura para todos los bibliotecarios de buen corazón.

Y hablando de corazones, si lo tenéis compungido, os sentís especialmente sensibles con el tema y os apetece donar al proyecto, aquí hay un blog para ello.


[Gracias a Juanma por pasarme la información]

 

Twitter

About