Difícil es encontrar una introducción sobre el tema y, encima que el post se acerque a la temática requerida para un blog como éste. Por tanto, voy a omitirla, sí, lo que acabas de leer no es de lo que estamos hablando.
Voy a divagar sobre el No. Y lo hago porque es un recurso infrautilizado por los isleños, sabedores que cualquiera puede vivir a 200 metros de tu casa. Por eso utilizamos el bueno, el te digo cosas, hablamos, no sé, etc...
El no es maravilloso, es una lección que sólo con los años aprecias. Como cuando tu madre te prohibe jugar con los enchufes, con un NoOoOoO vigoroso y que hace que todo el mundo retumbe.
Un no te ahorra muchos problemas, sí, pero de golpe es como un puñetazo en el estómago y si encima va disfrazado de sí, es como si estallarasinfrautilizo por dentro. Retumba en tu interior y suena de forma inexorable. Te va a acompañar durante mucho tiempo, para que no te olvides de que acabas de preguntar una sandez.
Simple, corto, sencillo, sin artificos te fascina sin darte cuenta, simplemente por ser incontrolable, no depende de ti sino que eres un títere en sus manos. Por eso al principio te sientes humillado, porque no pintas nada, hasta que consigues captarlo con sutileza.
Estimados bibliotecarios, sin miedo y haciendo uso del poder que os ha sido otorgado utilizadlo sin miramientos. Subid al mostrador si hace falte y cantadlo a los cuatro vientos. Noooooooooooooo. No se puede comer, no se puede beber, no me he leído todos los libros de la biblioteca, no te puedes llevar el diccionario y no se puede mirar pornografía en los ordenadores.
Y si ponéis en práctica mi consejo y os genera algún problema, pedidme explicaciones, exigidme disculpas y me daréis el placer de poder responderos como siempre he querido, de tal manera que no puede quedar lugar a dudas.
PS: Lo he conseguido, introducción, nudo y desenlace y sin que se salga la historia del caso que nos ocupa. Y lo digo en afirmativo en lugar de preguntarlo, seguro de mí mismo y seguro de vuestra respuesta. Seguro de que hay días buenos y malos, pero al mismo tiempo de que de todos ellos se puede sacar algo positivo, aunque sea un no... ;)
Voy a divagar sobre el No. Y lo hago porque es un recurso infrautilizado por los isleños, sabedores que cualquiera puede vivir a 200 metros de tu casa. Por eso utilizamos el bueno, el te digo cosas, hablamos, no sé, etc...
El no es maravilloso, es una lección que sólo con los años aprecias. Como cuando tu madre te prohibe jugar con los enchufes, con un NoOoOoO vigoroso y que hace que todo el mundo retumbe.
Un no te ahorra muchos problemas, sí, pero de golpe es como un puñetazo en el estómago y si encima va disfrazado de sí, es como si estallarasinfrautilizo por dentro. Retumba en tu interior y suena de forma inexorable. Te va a acompañar durante mucho tiempo, para que no te olvides de que acabas de preguntar una sandez.
Simple, corto, sencillo, sin artificos te fascina sin darte cuenta, simplemente por ser incontrolable, no depende de ti sino que eres un títere en sus manos. Por eso al principio te sientes humillado, porque no pintas nada, hasta que consigues captarlo con sutileza.
Estimados bibliotecarios, sin miedo y haciendo uso del poder que os ha sido otorgado utilizadlo sin miramientos. Subid al mostrador si hace falte y cantadlo a los cuatro vientos. Noooooooooooooo. No se puede comer, no se puede beber, no me he leído todos los libros de la biblioteca, no te puedes llevar el diccionario y no se puede mirar pornografía en los ordenadores.
Y si ponéis en práctica mi consejo y os genera algún problema, pedidme explicaciones, exigidme disculpas y me daréis el placer de poder responderos como siempre he querido, de tal manera que no puede quedar lugar a dudas.
PS: Lo he conseguido, introducción, nudo y desenlace y sin que se salga la historia del caso que nos ocupa. Y lo digo en afirmativo en lugar de preguntarlo, seguro de mí mismo y seguro de vuestra respuesta. Seguro de que hay días buenos y malos, pero al mismo tiempo de que de todos ellos se puede sacar algo positivo, aunque sea un no... ;)
