De todos es sabido (y los que trabajamos en la enseñanza hace tiempo que lo venimos advirtiendo) que la sociedad está cambiando sus valores. Las hamburguesas se han visto sustituidas por Kebabs y Falalfels, el videoclub por el Emule y el porno se ha convertido en algo normal hasta el punto de atrofiar la ya de por sí escasa imaginación colectiva.
Los iconos de nuestro tiempo pasan a mejor vida y aparecen otros nuevos, con caracterísitcas no siempre semejantes a los anteriores. Y ahora que Superman no volverá a aparecer en la gran pantalla -salvo sorpresas, claro-, que Son Goku ya es abuelo, que Mazinger Z está oxidado, que la sexualidad de Batman está en entredicho, que los bibliotecarios permanecemos en la sombra y que Spiderman coquetea con el otro lado (al del mal me refiero), es necesario un cambio generacional.
Y parece que alguien con ojo avizor se ha dado cuenta y no ha tardado en aparecer un libro de una nueva heroína, Paloma Lago. Ahora ya sólo le falta dar a conocer sus superpoder.
¿Reponderàn las niñas -o los niños, quién sabe...- ante las patadas voladoras (sí, la lucha libre no desaparece) con un uñas fuera? ¿Entre nuestros regalos desaparecerá el traje de Spiderman por un tanga y una colonia de Agatha Ruíz de la Prada? ¿Figurarán sus libros entre los Best Sellers del Corte Inglés?
Yo por mi parte espero con ansias a que uno de mis queridos usuarios venga a solicitarme en préstamo el libro, aunque desconozo cuál puede ser mi reacción (¿quizás un niños fuera?)...